

Compañerismo Episcopal para veteranos de guerra: Ayudando a los veteranos de guerra a sanar de daño
Yo nunca quise ser un veterano de guerra, nunca quise ser el viejo aquel, ese que se pone una chamarra y gorra de veterano, quien no puede parar de contar historias de la guerra. Pero un día, después de retirarme del servicio activo para el ejercito, me di cuenta que me había convertido en un veterano de guerra. Yo era aquel individuo, hasta cierto punto, aunque sin la chamarra ni la gorra. En mi corazón, yo llevaba una carga de dolor sin resolver, por todas aquellas personas