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Convertirse en Evangelistas Líderes

En años recientes la iglesia Episcopal ha llegado a un entendimiento con su llamado, a compartir las Buenas Nuevas de Dios en Cristo Jesús a través de la labor de evangelización. Aquellos familiarizados con la iglesia Episcopal saben que la evangelización no es un área en la cual naturalmente sobresalgamos.

Evangelización es una palabra grande y puede evocar una variedad de significados y connotaciones, pero la definición puede también ser tan simple como “compartir las Buenas Nuevas”. Mientras que los feligreses Episcopales pudieran pensar que no son los mejores para ello, la evangelización ha formado parte de la historia de la iglesia desde hace mucho tiempo y es esencial para la misión de la iglesia de Cristo. La Iglesia del Futuro no debe rehuir de compartir las Buenas Nuevas.

La evangelización se puede ver como una forma de arte y en el caso de la Iglesia Episcopal es una forma de arte que necesita ser pulida. La Iglesia del Futuro hará uso de la innovación y creatividad para compartir el mensaje de Cristo y encontrará nuevas maneras de continuar enseñando y nutriendo a los que van por el camino de la peregrinación. Hoy en día vemos a compañías lucrativas invertir en su propio tipo de evangelización. Guy Kawasaki de la empresa Apple creó una posición para sí mismo con el título de, Líder evangelizador de computadoras Apple. Desde 1990, Apple ha venido haciendo discípulos y seguidores, creando así lealtad y confianza dentro de la compañía. Esto es lo que debe hacer la Iglesia del Futuro. Como seguidores de Cristo Jesús, debemos convertirnos en líderes evangelistas, animando a los peregrinos a continuar en los caminos que les llevan a Cristo. Debemos apoderarnos nuevamente de la palabra evangelismo como parte de nuestra obra.

En la Diócesis Episcopal de Texas decimos que estamos involucrados con la misión de Dios, de reconciliación a través de trabajar en el servicio y la evangelización.

La Iglesia del Futuro debe reencontrarse y explicar que el Dios en el que creemos no quiere que vayas y compres algo, a diferencia de los dioses de la mercadotecnia que demandan lealtad a un producto a costa de todo. El Dios en el que creemos, es un Dios de gracia, misericordia y está interesado en nuestro bienestar, el bienestar de la comunidad y la creación entera.

Vemos un evangelismo generoso, abundante cuando se invita a la gente y se les da una bienvenida amistosa a la comunidad y cuando las nuevas comunidades se van formando a lo largo del mundo. En evangelismo generoso ayuda a la gente a encontrar un lenguaje (en este caso, el idioma o vocabulario de los adeptos Episcopales) para fomentar una comunidad de fe. Acoge y reúne sin juzgar ni recriminar. Esta nueva forma de evangelismo que la Iglesia del Futuro estará esparciendo, tomará varias formas al tiempo que busca reintegrar a los caídos, animar a los que ya van por un buen camino y crear nueva lealtad con seguidores del pasado.

Los buenos evangelistas se enfocarán en aquellos que ponen su mirada en Dios, aquellos que están explorando a las comunidades Cristianas y que genuinamente están interesados en una nueva experiencia espiritual. Kawasaki dice (y estoy de acuerdo con él) que: los buenos evangelistas, en los primeros cinco minutos, se dan cuenta si tienen o no la oportunidad de lograr éxito con un individuo. Es mucho mejor enfocarse en aquellos que están realmente interesados en lo que tenemos por dar y compartir. El evangelista siempre recordará que ser amable es esencial; el futuro de la iglesia Episcopal será conocido por su cálida hospitalidad y su ayuda desinteresada. El objetivo es lograr que la gente nos encuentre y se quede con nosotros, pero si deciden tomar otro camino, queremos que ellos digan: “La Iglesia Episcopal no era lo que buscábamos pero ellos fueron serviciales, amables y nos apoyaron en nuestro caminar espiritual”.

Para llegar a ese punto, el evangelista generoso debe dar el primer paso, comenzando con una invitación. Es clave que la gente interesada sea invitada a la iglesia para que ellos comiencen a experimentar la comunidad Cristiana. Después de hacer la invitación, el evangelista generoso debe escuchar. Y aún cuando esto suena fácil, es el paso más crucial en el aseguramiento de la retención. Si alguien no se siente escuchado o percibe que la persona no está poniendo verdadera atención, continuará con su peregrinación hacia un camino diferente. Y mientras se le acompaña a alguien por su peregrinaje, el evangelista generoso debe practicar la humildad. El evangelista debe hacer tiempo para aquellos con interés genuino en la fe Episcopal y para aquellos que solo quieren explorar. Ellos entenderán que la misericordia, perdón y amor de Dios son genuinamente libres y que no hay nada que nadie pueda hacer para ganarlos - ni siquiera el unirse a la iglesia Episcopal.


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